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Los rectores de las parroquias de Palma se muestran divididos sobre el documento redactado por el Consell Episcopal sobre «L'ús normal de la nostra llengua en la litúrgia i en la pastoral» dado a conoecer el 3 de marzo. De hecho el Consell Episcopal acordó ayer modificar parte del texto para la regulación del catalán en la liturgia remarcando que se utilizará «siempre que se crea posible» para la plegaria eucarística sin ningún tipo de imposición, tal como se había recogido en una versión inicial del polémico texto.

El párroco de Sant Nicolau, Felip Guasp, afirma no conocer detalladamente el documento, pero declara que la decisión de utilizar el catalán en la liturgia no es factible al cien por cien y, por otra parte, «no es una cuestión prioritaria para la iglesia. Vivimos problemas como la falta de vocación y la falta de fe que me parecen más preocupantes. La lengua no es la prioridad más importante», apunta.

Al párroco de Sant Sebastià, Alfredo Miralles, le parece que no se puede imponer una lengua para la celabración litúrgica. «Nos han dicho que el documento será corregido y eso esperamos. Personalmente no encuentro lógico que el documento ponga al castellano al mismo nivel que el inglés o el francés. Muchos feligreses que son castellanos ya me han comentado que si las misas se hacen en catalán tendrán que buscar otra parroquia», afirma Miralles.

Otros sacerdotes como el párroco de Santa Eulàlia, Joan Lliteras, no han querido opinar sobre la polémica. Sí que ha opinado Manuel Haro, párroco de la iglesia del Coll d'en Rabassa: «Un 77 por ciento de los feligreses de esta parroquia utilizan el castellano como lengua habitual de comunicación. No podemos cambiar de idioma tan fácilmente si, como hasta ahora, se ha utilizado en las celebraciones litúrgicas como bodas o comuniones, el idioma escogido por la familia».