El Consell de Mallorca se ha propuesto evitar sorpresas como el
descubrimiento del pinchazo del correo electrónico del ex president
de la Comissió Insular d'Urbanisme, Francesc Quetglas. Para ello,
ha decidido modificar todo su sistema de accesos informático con el
fin de blindarlo ante posibles espionajes. El conseller de Serveis
Generals del Consell, Miquel Nadal, explicó que el nuevo sistema
requiere la sustitución de todos los teclados de los funcionarios
para cambiarlos por otros «inteligentes».
Los nuevo teclados sólo se pondrán en marcha con la inserción
previa de una tarjeta que tendrá cada uno de los funcionarios de la
institución. Estas tarjetas llevan incorporado un microchip en el
que se quedan grabados todos los pasos que ha dado el funcionario.
De esta forma, los usuarios quedarán identificados en cada una de
las aplicaciones que realicen. Se sabrá en todo momento quién ha
accedido a determinada parte del sistema o qué pasos informáticos a
dado a cada uno de los funcionarios.
«Se sabrá quién es la persona que ha entrado y qué es lo que ha
visto, porque quedará grabado en su tarjeta y en el ordenador
central», aseguró Nadal. El conseller explicó, por ejemplo, que con
este sistema se podría haber averiguado si Sebastià Vallori, el
funcionario del Govern que recibía los correos electrónicos de
Quetglas, abría los mensajes y los guardaba después en su
escritorio.
Miquel Nadal explicó que las tarjetas estarán individualizadas y
los funcionarios sólo podrán acceder a determinadas partes del
sistema en función del trabajo que desempeñen en el Consell
Insular, de forma que no tendrá las mismas posibilidades de acceso
un auxiliar administrativo que el interventor o el secretario de la
Corporación. En caso de entradas no autorizadas, el sistema quedará
bloqueada de inmediato. El sistema servirá además para controlar de
paso el trabajo que realmente realizan los funcionarios y el
horario de entrada y salida del trabajador.
El Consell rescindió contrato con Bitel y ya tiene un
servidor propio
La institución que preside Maria Antònia Munar decidió rescindir su
contrato con la empresa Bitel, que hasta hace un año era el
servidor de esta administración. El Consell dispone ahora de un
servidor propio. La decisión de romper el contrato con Bitel se
produjo muy poco después de que se descubriera el pinchazo al
correo electrónico del ex president de la Comissió Insular
d'Urbanisme, Francesc Quetglas. A pesar de esta coincidencia, los
responsables de la institución insular aseguraron en su momento que
una cosa y otra no guardaban ninguna relación. A pesar de que el
Consell fue la institución víctima del espionaje, la presidenta de
la institución ha descartado la posibilidad de presentarse como
acusación particular en el caso que ahora investiga el juez.
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