Más de una veintena de socios de la la peña taurina Rafael de Juliá de Palma, se desplazaron a Madrid el pasado fin de semana para apoyar al joven torero que tomó la alternativa. Encabezaron el grupo de desplazados el presidente de la peña, Francisco Fernández, y el empresario afincado en Mallorca, José Antonio Fernández, a quien le une una gran amistad con el ya matador de toros.
El Sábado de Gloria, los socios viajaron a Torrejón de Ardoz para cenar con el torero, y desearle mucha suerte. Rafael se mostró encantado con la presencia de los mallorquines. Al finalizar la cena, recibió de José Antonio Fernández la partitura enmarcada del pasodoble que le ha compuesto el músico mallorquín Juan Gayá.
El domingo de Resurrección todos los socios acudieron al apartado portando la pancarta de Palma que luego exhibirían en la corrida de la tarde. Esta misma mañana llegaron otros socios que por ir al completo los vuelos no habían podido viajar el sábado.
La corrida, en general salió sin transmitir, y poco pudo lucirse la terna actuante. Uceda Leal actuó como padrino de la ceremonia en presencia de Juan Bautista. Rafael de Juliá brindó a su apoderado y persona que ha encaminado sus pasos en el mundo taurino, Enrique Carmona. Fue en el segundo de su lote cuando Rafael Juliá pudo sacar faena a base de tesón, a un toro con mucha romana, aunque el presidente no otorgó la oreja a pesar de ser la petición mayoritaria.
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