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El Institut Municipal d'Informàtica (IMI) vive desde hace años una situación insostenible. Toda iniciativa de modernización y actualización o puesta en marcha de nuevos proyectos dirigidos a hacer más fácil a los ciudadanos todo el «papeleo» como el pago de tasas e impuestos a través de Internet se topan con el comité de empresa (representación sindical de los trabajadores), que se muestra inmovilista y, una y otra vez, boicotean los cursos o cualquier posibilidad de poner fin al desfase informático que precisamente existe en un instituto que debería ser puntero en informática.

Según fuentes municipales, el comité de empresa de este instituto, controlado por CC OO, ha sido tradicionalmente un grupo de presión política que ha demostrado que sólo desea poner en jaque a cualquier presidente que no se adapte a sus exigencias. Esta ha sido una de las razones que explica que el comité haya conseguido unas espléndidas condiciones laborales, que superan con creces al resto de la Administración tanto estatal como autonómica. Unos salarios exagerados, la falta de concordancia del sueldo con las titulaciones de las personas que ocupan determinados puestos y el acceso a estos cargos sin pasar por una oposición o por un mínimo proceso de selección son algunas de unas ventajas que nacieron ya en la etapa socialista del Ajuntament de Palma.

Actualmente el coste salarial en el presupuesto de l'Institut es del 75%. Cada trabajador le cuesta a los contribuyentes de Palma un promedio de 6'5 millones al año.

Además estos trabajadores disfrutan de una serie de privilegios, que son la envidia de los funcionarios. Su jornada laboral es desde hace 15 años de 35 horas semanales; el personal disfruta de 44'5 días de vacaciones al año, además de los festivos; también existen permisos retributivos muy por encima de lo que marca el Estatuto de los Trabajadores; tienen media hora diaria de merienda y otra media de descanso por trabajo en pantallas; y además disponen de préstamos sin intereses, de ayudas para estudios y de permisos retribuidos. El comité lejos de aceptar estas condiciones que ya quisiera cualquier trabajador plantea ahora un incremento del 16% del sueldo a los trabajadores sin ninguna contraprestación en la mejora de un servicio que es urgente. También acusan a la Dirección de querer cerrar el IMI, cuestionando el futuro del mismo.