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Antoni Ramis Ramos fue reelegido anoche decano del Colegio de Arquitectos de Balears al imponerse a su rival Antoni Alomar Esteve en unas reñidas elecciones, primeras del nuevo siglo, caracterizadas por la elevada participación. La importancia de las elecciones quedó reflejada es un dato: las urnas recogieron 150 votos depositadas por colegiados que acudieron personalmente a votar. Lo normal, hasta ahora, es que no se contabilizaran más de 30. Los dos candidatos destacaron ese hecho y lo calificaron de «muy importante».

Fue una jornada que ambas candidaturas siguieron con tensión. Por ello, tardaron más de una hora en ponerse de acuerdo sobre el sistema a seguir en el cotejo de las firmas de los votos recibidos por correo, que ascendieron a unos 300. Alomar y su junta protestaron de forma airada por esa circunstancia. Por fin, a las 18.20 horas, casi una hora y media después de haber concluido el período de votación, se inició el recuento de las papeletas.

Ramis explicó que el Colegio tiene un sistema electoral antiguo sobre el voto por correo, ya que data de 1981, y recoge un reglamento de la época en que la entidad no era independiente. «En la pasada asamblea», explicó, «se aprobaron unos estatutos nuevos que cambian ese sistema, pero estos estatutos no están todavía en vigor ya que los debe refrendar la Administración autonómica y, además, se tienen que publicar en el BOCAIB». Añadió que sólo había una urna para los votos del Colegio, en Mallorca, pero a partir de los nuevos estatutos habrá una urna en cada isla. El voto por correo también cambiará y se hará mucho más complicado».

El decano dijo que el desarrollo de las elecciones había demostrado que «nuestro colectivo es serio y racional, y no precisamente indiferente». Calificó los comicios de «muy positivos» porque «han abierto la posibilidad de participar en una reflexión colectiva sobre el Colegio y la arquitectura, sobre el 'oficio' a veces perdido, que es lo único con lo que podemos realmente garantizar nuestra función social».