La descoordinación entre la Plataforma per la Convivència y los
inmigrantes encerrados en la parroquia de la Encarnación propició
ayer que la manifestación convocada en contra de la ley de
extranjería "Ley 8/2000" acabara en un rotundo fracaso. Tras un
amago de comienzo de la misma en la iglesia de los enclaustrados, y
tras unos minutos por las calles de Palma en dirección a la Plaça
d'Espanya, la manifestación tuvo que ser anulada por las
escasamente cincuenta personas, según informaron fuentes
policiales, que entre la incredulidad y la desilusión, se
personaron en la convocatoria.
Pese a la anulación de la manifestación, en un primer momento se
presentaron diversas representaciones de colectivos tan diversos
como Justicia y Paz, Derechos Humanos, Comunidades Cristianas y el
Sindicato de Estudiantes. Sin embargo, algunas voces de la
manifestación que no quisieron identificarse, echaron de menos la
presencia de sindicatos mayoritarios y de partidos políticos
progresistas. A la concovatoria de manifestación tampoco acudieron
los inmigrantes encerrados en la parroquia, que manifestaron su
simpatía a la movilización, si bien matizaron que se desvinculaban
«de su convocatoria», según indicó a este diario, el portavoz de
los inmigrantes encerrados, John Sabogal.
En este sentido, minutos antes de la manifestación, los
enclaustrados en La Encarnación cerraron simbolicamente con un
candado la verja que delimita la parroquia palmesana. Con esta
medida, los encerrados manifestaron su intención de mantenerse
firme en su protesta. En la actualidad mantienen la protesta unos
26 inmigrantes 'sin papeles'. En el encierro han llegado a
concentrarse hasta 30 personas, pero algunos de los inmigrantes que
iniciaron la protesta indefinida el 28 de mayo pasado la han
abandonado.
La desconvocatoria de la manifestación ha provocado una pequeña
división interna tanto en la Plataforma per la Convivència, como en
los propios inmigrantes de La Encarnación. Según indicó uno de los
'sin papeles' que anteriormente formaron parte del encierro y que
igualmente no quiso identificarse, «existen muchas dudas dentro de
lo que va a pasar y es probable que pronto haya que decidir si se
mantiene la protesta o hay que abandonarla». Después del gran éxito
de concentraciones de inmigrantes, como la vivida en la sede de CC
OO en la asamblea informativa, que demostraron la gran capacidad de
convocatoria, la manifestación de ayer fue la cruz de la moneda.
Muchos de los presentes achacaron la ausencia de personas a la
falta de interés de los miembros de la Plataforma per la
Convivència, que brillaron por su ausencia. Uno de los
representantes de los inmigrantes, Ernesto Baletto, lamentó la
escasa la presencia de los mismos.
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