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En el día de su primera comunión nuestras misses ya lucían palmito y tan bellas como siempre cautivaron a los invitados en un día que recuerdan con añoranza, ilusión y sobre todo por la gran cantidad de regalos que recibieron. Pilar Ramos, Miss Baleares 1981, comulgó por primera vez en la iglesia de San Sebastian de Palma. Nació en Huelva, pero desde los dos años reside en Palma. Su primera comunión la celebró rodeada de familiares y amigas en un restaurante de Es Fortí y recuerda que lucir el tradicional vestido de comunión era su mayor ilusión. Le regalaron libros, marcos para fotos, muñecas y un peluche gigante. Durante la eucaristía leyó un párrafo a pesar de la vergüenza que le daba hablar en público al ser el centro de atención de todas las miradas, incluso confiesa que «lo peor de haber sido miss era lo mal que lo pasaba cuando tenía que acudir a algún evento o me tenían que hacer fotos».

La más jovencita de este reportaje es Sabina Andreu, flamante Miss Baleares 2000. Tan sólo hace ocho años que hizo la primera comunión. Actualmente tiene 19 años y recuerda con todo detalle cómo vivió ese día. Su hermano Toni y ella hicieron la comunión el mismo día en la iglesia de Nuestra Señora de la Lactancia, en el Arenal. Posteriormente lo celebraron en el restaurante de Aquacity. Sabina se encaprichó en que el día de su primera comunión hubiera ensaimada con chocolate, y así fue, todos los invitados además de una buena merienda-cena tomaron chocolate con ensaimada. Le regalaron un televisor, una mini-cadena musical, una bicicleta, muñecas y algunas cosas más.

Carolina Ballester, Miss Baleares 1999, hizo la comunión en la iglesia de El Arenal, celebró un banquete por todo lo alto donde una tarta de cuatro pisos reinaba en la mesa presidencial. La anécdota de ese día fue que el vestido que lucía, era de su madre cuando ésta comulgó y quedó agujereado a causa del impacto de un petardo. «Fue un día muy emocionande -comenta-, me regalaron un viaje a Andorra, una bicicleta, patines, un reloj, etc». Sara Ballester, fue Miss Baleares 1998, hizo la comunión en la localidad zaragozana de Almudaina de doña Godina. De tan señalado día recuerda que todo fue muy bonito y la fiesta fue inolvidable donde se comió cordero a la brasa y muchas golosinas para los más pequeños. Una pelota de baloncesto, un barriguitas, un álbun de fotos, una bicicleta, el armario de la barbie y otras cosas fueron sus regalos.

Cristina Trujillo, hizo la comunión junto a su hermana Carmen, dos años menor que ella. La ceremonia se hizo en la iglesia de San Francisco en Palma y posteriormente lo celebraron en su casa. Entre los múltiples regalos que le hicieron, el más entrañable fue los pendientes que le regaló su tío, propiedad de su tía fallecida tres años antes y que los llevó en el certamen de Miss Baleares, Miss España y los lucirá el día de su boda, el próximo 18 de agosto. En definitiva, un día inolvidable para todas ellas que lucieron unos vestidos de primera comunión de lo más parecidos, ya que la moda en este aspecto ha variado poco, muy ornamentados, clásicos, blancos y con todos los accesorios que manda la más tradicional historia de las primeras comuniones.