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Bienaventurados los pobres, porque siempre lo aguantan todo
El Sindicat d´Exclosos de Mallorca está recogiendo firmas para evitar que una vez que se inaugure el hospital Palma II sigan abiertas las Urgencias en el Hospital Provincial, porque "dice el cura Santandreu" «¿cómo podrán llegar hasta el Palma II los drogadictos en pleno mono? ¿Llamando a un taxi?». De momento han recogido ya más de 2.000 firmas, «pero esperamos que hasta el 7 de julio, en que saldremos a la calle, doblaremos esa cifra. ¡Seguro! Porque, mira...». Jaume Santandreu nos pasa el Manifest del Sindicat, que, la verdad, no tiene desperdicio. Porque vean: «Denunciamos el cierre "comienza diciendo" como un CRIMEN HISTORICO. El Hospital General es el único centro sanitario público que queda en el centro de la ciudad. El único al cual se puede llegar a pie. Es la herencia de nuestro pueblo. La clínica más antigua de Mallorca. La casa de todos». Más adelante, bajo el título de Un atentado contra el derecho de los más débiles, seguimos leyendo: «El Hospital General ha sido ca nostra. Los externos, los extraños, son los otros, los señores. La confianza que hemos sentido en nuestro hospital no la encontraremos en otro lugar». En el siguiente párrafo, que titula «UNA CONDENA PARA LOS MAS DESAMPARADOS», el Sindicat denuncia que «cuando decimos desamparados, pensamos en los yonkys siempre a punto de una sobredosis, en los millares de emigrantes ilegales, en los marginados de los chupanos, en los viejos que llegan en tren a la plaza de España desde los pueblos del Raiguer».