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P.C./J.M.R
Los mayoristas nacionales y europeos emplearon taxis y coches de alquiler para transportar a los turistas que llegaban o abandonaban el aeropuerto de Palma, circunstancia que originó diversos roces a lo largo de la jornada de ayer. Grupos de conductores de autocares criticaron la actitud de quienes consideraban «sospechosos» de emplear un vehículo particular para transportar viajeros. Incluso, también interrumpieron el paso de algunos rent a car para comprobar si existía un contrato de alquiler previo. Una situación tensa se vivió cuando un directivo de Hiper Car se enfrentó a los piquetes de trabajadores en defensa de unos clientes.

Ante la situación de emergencia creada por la huelga del transporte discrecional, la Direcció General d'Transport autorizó a todos los taxis de Mallorca a cargar y descargar en cualquier municipio de la isla. El servicio de taxis impidió que reinara el caos absoluto en las instalaciones aeroportuarias, pero a cambio de ello, muchos taxistas hicieron ayer su auténtico agosto, al cobrar entre 60.000 y 100.000 pesetas por trasladar a turistas durante todo el día. Los representantes de touroperadores y guías turísticos exhibían gruesas sumas de dinero en efectivo para abonar los trayectos. Algunos taxistas, no obstante, subieron por su cuenta los precios. En la madrugada de ayer, uno de ellos fue sorprendido por los piquetes de trabajadores exigiendo 6.000 pesetas a un turista por llevarle a Magaluf, cuando el precio se reduce, exactamente, a la mitad. Los trabajadores en huelga solicitaron la intervención de la policía para pedir «más control» a los taxis.