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Sin embargo, no siempre ha sido así. Desde Sant Joan hasta mediados de agosto, la gente que suele ir a cenar y a pasar la velada en dicha playa, en cuanto a comportamiento, no es como la que estuvo el sábado. Que conste que no nos referimos a todos, sino a una serie de grupitos que ensucia, enciende hogueras y se marcha dejando su rastro sobre la arena, y quien venga detrás, que se fastidie.

Y también que se fastidien los vecinos, que por mor de la música que ponen los de la playa no pueden pegar el ojo durante toda la noche, ya que la fiesta se prolonga hasta el alba. Aparte, el paisaje que queda después de la fiesta es de lo más frustrante, sobre todo para quienes viven cerca y los que pretenden pasar un día de playa allí, como lo demuestran las fotos que semanas atrás tomaron los vecinos y que ilustran esta página: la arena está repleta de colillas y restos de las hogueras; hay vasos de plástico y botellas vacías por doquier; contenedores repletos, etc.

Concluido el verano, los vecinos ruegan a la autoridad competente "Ayuntamiento, Costas o quien corresponda" que en el próximo verano tome cartas en el asunto regulando la situación. Nosotros ya nos encargaremos de recordárselo.