A pesar de lo que pueda parecer, los políticos de las Islas no se han autodecretado una moratoria vacacional. Con los deberes hechos durante todo el año "algunos más que otros" todos han aprovechado, aunque sólo sea por unos días, para desengancharse de la agenda diaria. La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, es la excepción: no sólo no tiene vacaciones sino que es ahora cuando más trabajo se presenta, con los Reyes en Mallorca y Aznar en Menorca. No obstante, toda la familia ha tratado de disfrutar un poco de estos días, así que su esposo y sus hijas iban a buscarla a Delegación del Gobierno para dar después un paseo por el Born y comer un helado.
Las sucesivas moratorias han dejado a la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, con menos vacaciones de las esperadas. Munar ha estado en su despacho en el Consell, si bien también ha disfrutado de días esporádicos para relajarse en su casa de Costitx. Incluso sus comidas de verano, en ese caso con Jaume Matas, han levantado polvaredas políticas. Por el contrario, el ministro de Medio Ambiente sí que ha sabido disfrutar de sus vacaciones.
Matas ha pasado 15 días en la Colònia de Sant Jordi navegando en un barquito de 4 metros propiedad de un primo suyo, pescando en aguas de la Colònia «pero no pezqueñines». El Pacte de Progrés parece empeñado en fastidiar a Matas haga lo que haga, así que este año ha tenido que esperar hasta el día 15 de agosto para poder pescar raor. La culpa: la veda de Mateu Morro.
El fútbol es otra de sus aficiones, así que los veteranos de ses Salines ganaron 3 a 1 a los veteranos de Santanyí, pero la victoria le costó a Matas una herida en la rodilla y la vacuna antitetánica. Matas reconoce que la Colònia es el sitio perfecto para disfrutar de las vacaciones familiares que buscaba.
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