La escasez de agua ha dejado de ser el problema más grave percibido
por los ciudadanos de Balears en comparación con el año pasado. En
su lugar, el problema de la vivienda ocupa hoy el primer puesto,
seguido ya a distancia de las malas carreteras, el transporte
público, la inseguridad ciudadana y el tráfico urbano. El conseller
de Presidència, Antoni Garcias, presentó ayer los resultados de la
segunda encuesta sobre la situación y los problemas actuales de
Balears y sobre la gestión del Govern y de los Consells que ha sido
elaborada entre junio y julio.
Como señaló Garcias, «no aporta revelaciones espectaculares»
respecto a la encuesta realizada en la misma época del año pasado.
Un 26'5% de los entrevistados citan la vivienda como principal
problema de Balears seguido de las malas carreteras (15'3%), el
transporte público (14'9%), la inseguridad ciudadana (14'5%) y el
tráfico urbano (13'9%). El problema de abastecimiento de agua sólo
es citado por un 6'5% de los entrevistados y, por ejemplo, las
drogas sólo es visto como un problema principal por el 4'4% de los
encuestados. El exceso de turismo o la urbanización excesiva son
citados por un 4'9% y 7'7% de la población.
Garcias manifestó respecto al hecho de que los problemas de agua
hayan dejado de ser percibidos como uno de los graves problemas por
parte de los ciudadanos que es fruto de las políticas realizadas
desde el Govern para dar solución al problema. Sobre las cuestiones
de vivienda y transporte, el conseller de Presidència dijo que
desde un principio se está trabajando en darles solución pero
advirtió que son más difíciles de resolver y que los resultados de
sus acciones son a largo plazo.
Los principales problemas nombrados por los ciudadanos de Palma
son el tráfico (26'5%), la vivienda (25'4%), la inseguridad
ciudadana (19'5%), la limpieza pública (16'1%), el exceso de obras
en las calles (14'9% y el transporte público (12'4%). En la part
forana los principales problemas son: vivienda (28'5%), malas
carreteras (22'1%), transporte público (16'7%), inseguridad
ciudadana (12'3%), deterioro del medio ambiente (11%) y el
abastecimiento de agua (10'9%. En Menorca se introduce el problema
añadido de las comunicaciones externas (18'7%) y en Eivissa la
urbanización excesiva (12'9%) y la baja calidad del turismo
(10'7%).
Garcías insistió en que a los problemas detectados «les estamos
dando solución» y se refirió al plan de vivienda o al plan de
transportes. «Están encauzados pero hace falta tiempo», señaló.
Insistió en que en «Balears tenemos problemas de crecimiento» que
condicionan los problemas de viviendas o carreteras. «En materia de
transporte estamos trabajando y poniendo soluciones pero no hay
voluntad del Estado para ayudar a Balears» dijo. Precisamente los
ciudadanos lo que peor valoran de la gestión sectorial del Govern,
hasta el punto de que la evaluación negativa supera a las positiva,
son la vivienda, la ordenación del crecimiento urbanístico, la red
de carreteras y la situación del transporte público.
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