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Ll.G.
La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y diversos miembros de la Fundació per a la Conservació del Voltor Negre aseguraron ayer que el uso ilegal del veneno sigue siendo el principal impedimento para que la recuperación del buitre negro, una de las aves emblemáticas de la Serra de Tramuntana, se pueda calificar en estos momentos de éxito total.

Pese a esta situación, tanto Rosselló como el director general de Biodiversitat de la Conselleria, Josep Manuel Gómez, así como los responsables de la Fundació, Evelyn Tewes y Juan Sánchez, valoraron muy positivamente la última campaña de conservación llevada a cabo, ya que este año se ha conseguido el mejor resultado desde que se inició el seguimiento de esta especie, allá por los años 70. Este año se han contabilizado un total de seis nuevas crías.

Por primera vez también se ha iniciado un programa de seguimiento mediante radiotransmisores de una población que, lentamente, va en aumento y que ya se sitúa en los ochenta ejemplares.

Pese a estos resultados ilusionantes, los responsables de Medi Ambient y de la Fundació afirman que si no se detiene el uso ilegal del veneno el trabajo hecho en las últimas décadas se puede hundir por completo. Por el momento, estos dos organismos llevan a cabo en Pollença un programa piloto de control de los gatos asilvestrados, ya que cada vez está más clara la relación que hay entre la proliferación de gatos en el medio natural y el uso del veneno, que no se coloca contra estas aves, sino contra estos felinos que acaban con la caza.