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El conseller d'Educació del Govern balear, Damià Pons, y el director general d'Universitat, Martí March, presentaron ayer la convocatoria de ayudas universitarias para el curso 2001-2002, en el que se ha previsto una partida de 97 millones de pesetas. El conseller aclaró, un año más, que «se trata de ayudas y no becas -pues la potestad de conceder becas es del Estado-, que se conceden de forma subsidiaria, por lo que no aplicamos criterios económicos sino académicos». Al hilo, destacó el deseo del Govern balear de que «se transfieran las becas a las comunidades autónomas, que son las competentes en materia de educación universitaria».

En este sentido, March añadió que «para que exista un auténtico desarrollo de la política universitaria es importante que la política de becas dentro del Estado pueda cambiar». El director general lamentó que la partida que destina el Gobierno central a becas es muy inferior a la que dedican la mayor parte de los países europeos, «y si en España se benefician un 20% de los estudiantes universitarios, la media europea es del 40%». Por ello, el Govern reclama desde hace años al Ministerio un incremento del número y cuantía de las becas «y una vez logrado esto, reivindicaremos la gestión compartida de las mismas».

Además, March destacó la necesidad de desarrollar la Ley de Régimen Especial de Balears, «que dispone de un apartado referido exclusivamente al transporte». Y es que las ayudas para transporte son las más demandadas y suponen cerca del 95% de lo presupuestado. Así, este curso se dedican a ayudas al transporte 89 millones, un 6% más que el curso pasado, que se repartirán entre alumnos de Menorca o Pitiüsas que estudian en la UIB y estudiantes de Balears que salen fuera a cursar alguna carrera que no ofrece la UIB. Otros 6 millones se concederán a estudiantes adscritos al programa Erasmus y 2 millones más a las asociaciones de estudiantes de la UIB, legalmente reconocidas, que soliciten una ayuda.