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Alrededor de mil aspirantes, de los más de mil trescientos inscritos, realizaron ayer el primer examen de las oposiciones al Cos Administratiu del Govern, en el que hay 33 vacantes. Las pruebas se celebraron en los edificios Guillem Cifre de Colonya y Anselm Turmeda de la Universitat de les Illes Balears (UIB), y en las extensiones de la UIB en Menorca y Eivissa-Formentera. El conseller de Interior del Govern, Josep Maria Costa, mostró su satisfacción por el desarrollo de los exámenes y recordó que la corrección se realizaría vía informática, lo que permite conocer las calificaciones en apenas unas horas. «Queríamos garantizar el principio de igualdad de los ciudadanos a la hora de acceder a la Administración», añadió Costa, para concluir: «Es un día de alegría para quienes creemos en una Función Pública mucho más profesional».

Tras los exámenes, los cafés y los nervios, los aspirantes comentaban cómo habían ido las pruebas. Hubo algunas quejas sobre la organización de las mismas. «El examen se había convocado a las nueve y ha empezado a las diez y media en cada aula», lamentó José Antonio. El temario estaba centrado en el derecho administrativo y el examen era tipo test, con 100 preguntas y 4 respuestas alternativas para cada una de ellas. Assumpta Massanet, observadora de CC OO, indicó que «la organización se puede mejorar en las próximas oposiciones de auxiliar», sintetizó.

«La organización podría haber sido un poco mejor», indicó Maria, quien señaló que en el test no hubo preguntas sexistas y que todas se ajustaron al temario. Maria y Joan reconocieron que el examen les fue «regular». A Isabel, en cambio, le fue bien, «el nivel ha sido asequible», dijo. Toni reconoció que el examen no era difícil y que tendría que haberlo preparado mejor: «He estudiado tres meses y creo que no es suficiente». A Magdalena no le fue bien porque sólo estudió un mes y medio, «lo correcto habría sido haber estudiado un mínimo de un año», señaló resignada. Maribel lamentó que no le hubiesen explicado antes del examen la forma en que se iba a puntuar e Ignacio indicó que hubo alguna pregunta un poco enrevesada, «se tendría que haber puesto un nivel un poco más bajo», afirmó.

El secretario del tribunal, Moisés García, señaló que el retraso fue debido a que sólo había cuatro fotocopiadoras para fotocopiar las miles de hojas que iban a ser repartidas entre todos los aspirantes. «Es inevitable un poco de retraso si queremos tener la certeza de que nadie tiene contacto con el examen antes de que empiecen las pruebas», dijo, y añadió que el sistema de puntuación se explicó en la mayoría de aulas. «De todas formas, ya venía reseñado en las bases de la convocatoria», concluyó. El segundo examen se hará la próxima semana sobre supuestos prácticos y el tercero y último será de informática. Dentro de siete días volverán los nervios, los cafés y los exámenes.