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La crisis provocada por los atentados terroristas en Estados Unidos y la posterior ofensiva bélica en Afganistán está estrangulando a las compañías aéreas con base en Palma. «Las medidas que vamos a adoptar en Air Europa serán traumáticas para todos, desde la propiedad, pasando por la plantilla y las programaciones de vuelo», declaró ayer a Ultima Hora el presidente de Air Europa, Juan José Hidalgo.

La empresa ya expuso a los representantes de los trabajadores la difícil situación por la que está atravesando. «El golpe más duro para nosotros estuvo provocado por la devolución por parte de Iberia de los ocho aviones que les alquilábamos. Ello rompió toda nuestra estructura de ingresos. No era la única ni la más importante, lógicamente, pero esa decisión de Iberia unida a la recesión general por la que atraviesa el sector con pérdida de venta de asientos, la psicosis a viajar en avión y el aumento de los extracostes, resultaron determinantes».

Air Europa cuenta con unos 2.000 trabajadores en su centro de Llucmajor, donde también están situados los simuladores de vuelo para el aprendizaje de los pilotos. La presidenta del comité intercentros, Pirja Kantalinen, ha insistido en que la compañía puede hacer frente a la crisis «sin prescindir de ningún trabajador», y lamentó que siempre en los momentos difíciles «la cuerda se rompa por el lado más débil».

Hidalgo, por su parte, señaló que su obligación es la de proteger los intereses de la compañía, un holding con filiales en todos los subsectores turísticos, y admitió que esta situación «es la peor a la que hemos hecho frente desde que a principios de los noventa adquirí la compañía». Una de las empresas más afectadas puede ser Air Europa Express, presidida por Mario Hidalgo, cuya infraestructura fue diseñada para los vuelos de corto recorrido, principalmente interinsulares. El primer aviso de que la crisis había hecho mella en Air Europa fue el anunció de la dirección de no renovar los contratos de una treintena de pilotos. «Desde ese momento, nosotros ya empezamos a temernos lo peor», dijo Kantalinen. Air Europa, como otras empresas del sector, espera que el Gobierno central interceda para desactivar la peligrosa dinámica en la que han entrado las compañías aéreas.