La consellera de Benestar Social, Fernanda Caro y el presidente de
la Cruz Roja autonómica, Gerard Bonet, anunciaron ayer la
reconversión del hospital de la entidad benéfica en una residencia
geriátrica, mediante la concertación de 68 plazas asistidas.
«Hace ya unos meses que la dirección provincial de la Cruz Roja
nos hizo una propuesta a la Conselleria de Benestar Social de
reconvertir este hospital en una residencia para personas mayores
asistidas. En principio, la solicitud tuvo una buena acogida por
parte nuestra porque se da la casualidad de que hay necesidad de
camas asistidas. Desde la conselleria tenemos la vía de concertar
plazas, en definitiva, de convertirlas en plazas públicas para
personas mayores», explicó Caro.
La consellera añadió: «Esto supondría también una solución,
aunque parcial, para la gente que está dando ahora el servicio como
personal hospitalario porque sería muy fácilmente reconvertible, es
decir, las labores son muy similares». Sobre el traspaso del
personal al Hospital de Son Llàtzer, Maria Lourdes de Prado,
presidenta del comité de empresa del centro de la Cruz Roja,
aseguró que «somos unas ochenta personas, cuarenta de los cuales
han realizado las pruebas para pasar al Palma II. Muchos lo
conseguirán, aunque otros no tienen asegurado completamente su
futuro».
Caro realizó ayer una visita para confirmar el propósito de la
Conselleria de concertar las plazas y comenzar la reconversión del
centro. Se apuntó la posibilidad de realizar una mesa de trabajo
entre el IBAS y la Cruz Roja para poner en marcha el proyecto, que
comenzaría cuando finalizase el contrato vigente con el Insalud, en
verano de 2002. En el año 2003 se espera que, como muy tarde, esté
en marcha el centro para personas mayores.
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