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Eugenio Nasarre, presidente de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, aseveró ayer que la Ley Orgánica de Universidades (LOU), aprobada por el Parlamento la semana pasada, «responde a una necesidad, ya que desde la transformación de la universidad experimentada hace casi veinte años, tras la aprobación de la Ley de Reforma Universitaria de 1983, la vida universitaria ha cambiado mucho y hacía falta un nuevo marco legislativo».

Nasarre, quien ayer habló sobre esta ley ante los jóvenes de las Nuevas Generaciones del Partido Popular en Palma, consideró que «toda ley educativa afecta en gran medida a la sociedad, naturalmente es una ley que provoca polémica y discusión».

En opinión del diputado popular la nueva ley adapta el marco legislativo de la universidad a la realidad de las autonomías y responde a la propia transformación de la universidad, que en los últimos veinte años ha más que duplicado el número de estudiantes (un millón y medio) y ha asistido a la creación de hasta 48 universidades públicas y 12 privadas.

Nasarre se refirió, como uno de los aspectos más importantes de la nueva ley, al combate a la endogamia mediante la introducción de un nuevo sistema de habilitación del profesorado, el mismo que ha sido duramente criticado por los sindicatos con representación en la UIB.

Con este modelo, subrayó, «las universidades se abren por primera vez a los docentes de toda la Unión Europea, frente al actual sistema que favorece el ingreso del candidato local en el 90 por ciento de los casos en lugar de al mejor preparado».