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El campus universitario amaneció ayer con un aspecto desolador, y a las 09.00 horas tan sólo tres profesores se encontraban impartiendo clase, según fuentes de la UIB. Los autobuses de la EMT subían y bajaban del campus casi vacíos, para sorpresa de algunos conductores.

Casi el 95% de los profesores universitarios y apenas el 10% del personal de administración, según los sindicatos, secundaron ayer la huelga convocada por UGT, CCOO y Stei-i en protesta por la nueva Ley Orgánica de Universidades, y cerca de 300 personas se concentraron a media mañana ante la Delegación del Gobierno. Ésta contó con el apoyo de estudiantes y de miembros del Consell Ejecutiu de la UIB. No estuvo el rector, Llorenç Huguet, que se desplazó a Menorca por problemas familiares.

El responsable de Universidades del Stei, Gabriel Caldentey, lamentó la poca financiación que reciben las universidades españolas, «un 1% del PIB, frente al 2% de media que reciben las universidades de la UE», e insistió en que esta ley fomenta la precariedad laboral y dificulta el acceso y la promoción del profesorado. Advirtió de que «a menos que la administración decida sentarse a negociar con los implicados, el próximo semestre va a ser caliente», con un calendario intensivo de protestas y huelgas.

El conseller d'Educació, Damià Pons, calificó de «totalmente justificado» el día de huelga. Mientras, el vicerrector de Planificación Económica, Carles Manera, insistió en la falta de consenso y, ante posibles nuevas protestas, aseguró que «el Consell Ejecutiu de la UIB se solidarizará con la oposición que adopte el Consejo de Rectores».