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La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, advirtió ayer al Consell de Mallorca que las competencias en materia forestal son competencia de su departamento. Rosselló, que se enteró por la prensa del proyecto del organismo insular de exportar al extranjero troncos de pino, consideró más prudente intentar dar salida al excedente generado por el temporal a través de empresas estatales. «En los próximos días», anunció, «algunas empresas se desplazarán a la Isla para estudiar la cantidad de madera que pueden asumir ante la incapacidad de los aserraderos de aquí de atender toda la demanda».

Según los últimos datos facilitados por la Conselleria de Medi Ambient, el temporal de la semana pasada arrasó en Balears 132.545 pinos en espacios naturales, que equivale a 368 hectáreas de terreno, cantidad que supera la media de incendios de los últimos diez años. La recuperación de la masa forestal, sin embargo, será más rápida y natural dado que «es este caso hay sotobosque que fija la tierra. La regeneración natural está garantizada, aunque en algunas zonas se deberá recurrir a la regeneración artificial», expuso Rosselló.

En Mallorca, el número de árboles caídos asciende a 113.415, siendo Santa Margalida, Llucmajor, Manacor, Campos, Capdepera, Alcúdia y Pollença las zonas más afectadas. En Menorca han sido 4.900; el Eivissa, 12.390 y en Formentera, 1.300.

La Conselleria de Medi Ambient analiza en estos momentos la posibilidad de ayudar a los propietarios de árboles caídos. En este sentido, José Manuel Gómez, director general de Biodiversitat, aseguró que se están recogiendo experiencias similares de temporales en otras comunidades autónomas y existen dos posibilidades: «Indemnizar por árbol caído para que se retire o bien ofrecer los servicios directos de la propia administración para retirarlos».