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JOSEP M. AGUILÓ Las patronales del taxi han mostrado su preocupación por la subida del impuesto de los carburantes anunciada esta semana por el Gobierno. La subida tendrá lugar a partir del 1 de enero y supondrá que los carburantes suban como mínimo 4 pesetas por litro. El presidente de PIMEM-Taxis, Gabriel Moragues, señaló que la subida «es una vergüenza», y añadió que la situación en el sector empezaba a ser delicada: «La subida de tarifas aprobada por Cort el lunes pasado ha sido insuficiente, los seguros oscilan ya entre las seiscientas mil y las novecientas mil pesetas, y los efectos de la recesión de estos últimos meses se están notando también en el número de usuarios».

Moragues indicó que está en vías de constituirse una mutua nacional del taxi para resolver el problema de los seguros y también afirmó que el Comité Nacional de Transportes, del que forma parte PIMEM, ha remitido un escrito al presidente del Gobierno, José María Aznar, en el que muestra su profundo malestar por la subida de los carburantes. «No descartamos futuras movilizaciones en el caso de que no se dé una respuesta adecuada a nuestras inquietudes», resumió.

Por su parte, el presidente de los taxistas de CAEB, Julio Nieto, incidió en esa línea de preocupación, y señaló que esta semana ha presentado un escrito en Cort en el que solicita que en la Navidad de 2002 la bajada de bandera sea de 500 pesetas (ahora es de 300 pesetas) durante unos días, en concreto, desde las 21.00 horas del 24 de diciembre hasta las 06.00 horas del 26 de diciembre, y desde las 21.00 horas del 31 de diciembre hasta las 24.00 horas del 1 de enero. Será pues, un suplemento de 200 pesetas (1'20 euros).