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El nivel medio de los acuíferos de Mallorca ha aumentado un 23 por ciento como consecuencia de las últimas lluvias, las del temporal y las posteriores. En tan solo dos meses, el nivel de las unidades hidrogeológicas ha pasado del 17 al 40 por ciento, cantidad que se puede incrementar a medida que toda el agua caída vaya filtrándose en el terreno. Estos efectos fueron valorados ayer como «muy positivos e importantes» por la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el director general de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez Perea. Ambos destacaron que, con esta disponibilidad de agua, «se puede hacer una gestión sostenible, bien realizada y eficaz de los recursos».

Así, en el caso de la bahía de Palma, la política que piensa aplicar la Conselleria es aprovechar al máximo la desalación para reservar los acuíferos, y concretamente s'Extremera, para las puntas de demanda del verano. Actualmente, la desalación funciona al mínimo: de las 9 líneas de la planta de la bahía de Palma, sólo están operativas 2, y las unidades móviles de desalación están paradas, con excepción de las de Son Ferrer (Calvià) y Andratx. La capacidad total de la desalación en Balears es de 100.000 metros cúbicos diarios y ahora sólo se obtienen 30.000.

Ayer mismo comenzaron las extracciones en sa Marineta, que servirán para recargar s'Extremera, mientras que los embalses de Tramuntana, Cúber i Gorg Blau, que están al 71 por ciento de su capacidad, también se emplearán de reserva para el próximo verano. Si la capacidad de ambas supera el 80 por ciento, este excedente será infiltrado a s'Extremera.

En la bahía de Palma, la desalación mantendrá los bajos niveles actuales mientras se puedan aprovechar las aportaciones de las fonts de la Vila y de na Pera. Cuando éstas se vayan reduciendo, la desalación irá aumentando con el objetivo de cumplir la política mencionada de dejar acuíferos y embalses en reserva para el verano.