La Casa Catalana entregó por séptimo año sus Ars Magna

Entre los asistentes se encontraban el presidente de las Illes Balears, Francesc Antich; el alcalde de Palma, Joan Fageda; la consellera de Governació de la Generalitat Catalana, Núria de Gispert; el director general de Relacions Exteriors del Gobierno catalán, Joaquim Llimona; el diputado del PP y alcalde de sa Pobla, Jaume Font; el presidente del Grupo Serra, Pere Serra; el presidente de la Obra Cultural Balear, Antoni Mir, entre otros. Asistieron también los presidentes de las diferentes casas catalanas de España y de las casas regionales de la Isla.

El acto coincidía con el 50 aniversario de la Casa Catalana de Mallorca. Su presidente, Josep Planas Montanyà "que acudió acompañado de su hija, Aina", destacó también los cincuenta años del centro, que comenzó su andadura con el nombre de Club Barcelona y con la constante vigilancia del régimen franquista. Los galardones Ars Magna toman su nombre del famoso tratado de Ramon Llull, y premian, por un lado, la labor ejercida por un mallorquín en Catalunya "en este caso, Tugores" y, por otro, el trabajo realizado por un catalán en Mallorca, este año Salvador Brotons.

Tras las palabras de Planas se procedió a la entrega de premios. De Gispert entregó el galardón a Tugores y Antich a Brotons. El rector universitario realizó un emotivo parlamento, en el que habló sobre todos aquellos mallorquines que partieron a Barcelona para estudiar, prosiguiendo la carrera profesional en tierras del Principat. «Por estadística, uno tenía que llegar a ser rector de la Universitat de la ciudad condal», señaló con humor. Brotons, ex director de la Orquestra Simfònica de las Balears, manifestó su satisfacción por el galardón y destacó las profundas vinculaciones entre Mallorca y Catalunya.

Los Valldemossa, representados por los hermanos Rafael, Tomeu y Bernat Estaràs, subieron a recoger el premio extraordinario por la larga y fecunda trayectoria en el mundo de la música. El conjunto insular recordó la gran influencia ejercida por músicos y artistas catalanes en los años 50. De Gispert habló sobre la «doble identidad» de los catalanes, que allí donde están se integran en la sociedad que los acoge sin perder su vinculación con el Principat. Antich recalcó los valores culturales, afectivos e lingüísticos que unen los dos pueblos. La velada estuvo animada, desde sus comienzos, con la música de Els Valldemossa. El conjunto animó la velada con algunas de sus más conocidas piezas. El acto finalizó con el canto emocionado de «La Balanguera» y a continuación, de «Els segadors».