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El conseller d'Agricultura i Pesca, Mateu Morro, visitó ayer las obras de ampliación y mejora de la red de regadío con agua depurada del Pla de Sant Jordi.

Las obras, que concluirán el próximo 3 de mayo, producen un incremento de 172 hectáreas de superficie regable. Con esta medida, 88 nuevos propietarios pueden hacer uso de las instalaciones.

Éstas comprenden la instalación de 25.400 metros de cañerías (200 a 500 de diámetro) en sustitución de las antiguas, 174 bocas de riego, con válvulas de compuerta y contadores para medir el consumo de agua, instalación de ventosas para la evacuación del aire acumulado y válvulas de seccionamiento (para poder realizar con más facilidad la reparación y mantenimiento de la red).

La superficie regable con aguas residuales regeneradas será de 1.290 hectáreas. «Este plan es importantísimo para poder continuar con la mejora del riego de esta zona. Tenemos que decir que desde que se está llevando a término el riego con aguas depuradas se ha conseguido eliminar la intrusión salina en los acuíferos. Con esta ampliación se podrá aumentar la superficie regada, por tanto se beneficiarán más propietarios y más agricultores del riego», señaló Morro junto al estanque de regulación de aguas de Sant Jordi. La Conselleria anunció la próxima construcción de un nuevo depósito de reposo de aguas, en un lugar aún no determinado de la zona.

Tomeu Ginard, director general de Desenvolupament Rural, precisó que «esta experiencia de aguas regeneradas es la primera que se realizó en España, y se remonta al año 1977. En definitiva, nosotros continuamos una experiencia que viene de muy atrás. Creo que es importante el esfuerzo que se está haciendo en esta zona, no solo en el sentido de mejorar la distribución de las aguas, sino en el sentido de intentar millorar al máximo la calidad de las mismas».