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S. CARBONELL/ M. GONZÀLEZ
El secretario general de la Unió de Pagesos, Joan Mas, aseveró ayer que si el año próximo el sector hortofrutícola no puede contar con al menos 200 inmigrantes «se le habrá condenado a muerte». Esta fue la respuesta tajante ante el anuncio de que el Consejo Superior de Política Migratoria ha aprobado una propuesta de «cupo cero» para Balears en 2002, como una de las comunidades en la que mayor número de inmigrantes han sido regularizados en los diversos procesos.

«Si esta noticia se confirma, el sector hortofrutícola se verá obligado o a contratar mano de obra ilegal o a reducir o paralidad su actividad», añadió. En su opinión, la decisión debería haberse tomado «teniendo en cuenta las necesidades de cada sector económico, porque en éste no hay paro».

Mallorca precisa 200 trabajadores para la temporada de abril a noviembre, y «así lo hemos hecho saber ante la Delegación de Trabajo», porque, prosiguió, «apuntados al Inem con la categoría de peón agrícola hay, en estos momentos, 90, lo que no cubre ni el 50% de las necesidades, suponiendo que todos quisieran trabajar en el campo, porque el año pasado sólo vinieron tres».

Por su parte, desde la CAEB, Josep Oliver recordó que la Comisión Ejecutiva del Inem en Balears aprobó una propuesta, proveniente de las asociaciones empresariales, en las que se pedían 2.850 inmigrantes para trabajar con contratos temporales en el campo y la hostelería.