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Desmitificar es siempre un arte complejo y el ciudadano se ha hecho a la idea de que la educación física no es más que un puñado de deportistas jugando a fútbol o baloncesto. Pero la especialidad de Magisterio de Educación Física trata de romper con un pensamiento erróneo; y es que es una carrera con gran aceptación en los últimos años y que ofrece un amplio abanico de salidas para los nuevos docentes.

Una hora de conversación con José del Cerro "coordinador de la Escola Universitària Alberta Giménez" cambia cualquier concepción previa sobre la carrera. El lema es simple: se trata de formar a un docente, no a un entrenador. La especialidad de Magisterio Educación Física dedica una parte importante de la diplomatura al trabajo conceptual, no sólo se apunta al campo motriz. La justificación es sencilla. El alumno será un profesor especializado en educación física, pero ante todo será un profesor.

Magisterio de Educación Física es una de las carreras con más demanda, cantidad proporcional a las numerosas salidas. El diplomado es docente de Primaria (puede dar clase de cualquier asignatura a alumnos de entre 6 y 12 años) y su especialidad en Educación Física le permite optar a una plaza limitada a la especialidad.

Los alumnos de esta carrera cuentan con asignaturas troncales comunes a otras disciplinas y como es lógico con asignaturas específicas. La especialidad dura tres años y el plan de estudios sitúa en el primer curso la base de las ciencias (anatomía y fisiología, aplicadas al movimiento). También se comienza la metodología y el trabajo de educación física de base. En el segundo curso, la didáctica pasa a ser más específica y se cursan dos asignaturas de preparación física: prorrogación didáctica y acondicionamiento físico. Este año se inicia también el desarrollo motor. En el último curso se estudian las actividades organizadas (mundo ocio y recreación) y se hace mayor hincapié al desarrollo motor.