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Hasta el próximo 31 de diciembre, enviar una carta por la línea ordinaria a los Reyes Magos, a la persona de nuestros sueños o al club de fans de nuestro grupo de música pop favorito seguirá costando 40 pesetas. A partir del 1 de enero pasará a costar 0'24 euros. Correos y Telégrafos ha venido preparándose ya desde el pasado año para adaptarse sin problemas a los nuevos desafíos que supone la entrada del euro en distintos ámbitos de la vida cotidiana. En concreto, desde octubre de 2000 en todas las emisiones de sellos ha salido el valor de los mismos "en cada uno de ellos" de forma simultánea tanto en pesetas como en euros.

Cabe recordar que los meses de enero y febrero serán un periodo de transición para el pase de la peseta al euro, por lo que podrán convivir, en buena armonía, tres grupos de sellos: los sellos cuyo valor sea sólo en pesetas, los sellos cuyo valor sea al mismo tiempo en pesetas y euros, y los sellos cuyo valor sea sólo en euros. A partir del 1 de marzo sólo tendrán validez legal, que no filatélica, los dos últimos grupos. Así que si alguien manda a partir de marzo una carta franqueada con sellos cuyo valor sea sólo en pesetas, verá cómo su carta le es gentilmente devuelta.

A partir de marzo, quien aún tenga sellos sólo en pesetas en su casa o en su oficina podrá cambiarlos por sellos en euros en cualquir oficina de Correos hasta el mes de junio. A partir de entonces sólo podrá hacerse el cambio en el servicio central de Correos y Telégrafos, en Madrid. La tramitación del cambio podrá hacerse desde Palma.

Conviene también recordar que durante los meses de enero y febrero se podrán abonar en efectivo los distintos servicios que prestan las oficinas de correos pagando todavía con pesetas, si bien el cambio será devuelto siempre en euros. Todos los ordenadores están ya preparados para calcular, al instante, la cifra de cambio en euros que hipotéticamente se tenga que devolver. Ahora ya sólo falta que los Reyes Magos, la persona de nuestros sueños o el club de fans nos contesten. Y que lo hagan dándonos buenas noticias, o, al menos, franqueando sus cartas en euros.