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Las obras de reforma de la Plaça des Pes de sa Palla de Palma, incluidas en los proyectos de remodelación y mejora sufragados a través del Pla Mirall, están cambiando la imagen tradicional de esta popular zona de la ciudad. La remodelación del alcantarillado y embaldosado de la plaza, que se inició en verano, cuenta con un plazo de ejecución de seis meses y un presupuesto que supera los cien millones de pesetas.

Visitando la zona se puede comprobar que las obras, que se realizan sin prisas pero sin pausas, han variado la estructura tradicional de la plaza, lo que ha provocado muchos comentarios entre los vecinos y más de una queja. A los vecinos de la Plaça des Pes de sa Palla no les acaba de gustar la pared "tipo muro de contención" que se está levantando en la plaza. Un muro que algunos vecinos ya han bautizado como «el muro de la vergüenza» y que otros consideran peligroso, «porque los niños pueden utilizarlo para subir por ella y hacerse daño», comenta una vecina.

Si bien es cierto que paseando a pie de obra se puede comprobar el cambio de imagen que se está produciendo en la zona. Un cambio de imagen que, una vez concluida la infraestructura básica y el embaldosado, mejorarán mucho la primera impresión que se produce al ver el muro. El nuevo embaldosado de la plaza da, al entorno, una sensación de ambiente rústico y tradicional, con un toque de colorido que combina perfectamente con una de las antiguas plazas de Palma ubicada junto a las calles del Temple, Sant Bonaventura, Conrado, Ramón Llull y la también popular Plaça de Sant Francesc.

Por otra parte, incluidas en el Pla Mirall Centre, también se están llevando a cabo las obras de remodelación de las siguientes calles y plazas: Santa Eulàlia, cruce de Can Savelló con Sant Crist, Estudi General, Morey, Mare de Déu de la Salut, Vilanova, Banc de s'Oli, Llorenç Bisbal, Socors, Bonaire, Temple, Pelaires y Cort. Tal y como explica el teniente de alcalde de Contractació i Govern Interior del Ajuntament de Palma, José María Rodríguez, «es cierto que han coincidido con el tiempo distintas obras en el centro de Palma, lo que puede haber provocado en los ciudadanos la sensación de que tenemos demasiadas, e incluso cierto malestar», puntualiza y añade que «pero poco a poco, al ver la evolución de las obras y cómo, unas tras otras se están acabando, la gente se da cuenta de que era necesario hacerlas».