En la tarde de ayer, Tomeu Penya destapó la placa con la inscripción «Plaça Tomeu Penya. Cantautor».

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«Os prometo que por muy lejos que vaya a hacer un concierto, siempre tendré presente que Vilafranca es lo más importante de mi vida». Con estas palabras y visiblemente emocionado, el hombre de la barba y el sombrero, en Tomeu Penya, se dirigió a los más de 400 vecinos de su pueblo natal que asistieron a la inauguración de la que es ya la «Plaça Tomeu Penya. Cantautor».

En un emotivo y cálido homenaje celebrado en la ya ex Plaça de la Constitució, varios grupos de música y solistas de la Associació de Músics per la Llengua versionaron canciones de Tomeu Penya.

El acto contó con la presencia del periodista Miquel Calçada, «Mikimoto», quien realizó una lectura de honores basada en la vida del cantautor vilafranquer, utilizando la conocida canción «Rock and Roll Star» como base de la lectura. Calçada, cuya amistad con Tomeu Penya se remonta a 1983, afirmó que el cantautor «ha conseguido lo más difícil: ser querido y apreciado en su propia casa».

Poco después, Tomeu Penya descubrió la placa que da su nombre a la plaza en presencia del alcalde de la localidad, Jaume Sansó, y el vicepresident del Govern, Pere Sampol, quien en su parlamento destacó el «compromiso» de Tomeu Penya en unos momentos en que para defender la tierra «se tenía que tener mucho coraje». En este sentido destacó la canción de «Es Trenc», cuando se quería urbanizar, la dedicada a Cabrera, cuando se quería declarar parque nacional, y la de s'Estalella, donde se quería construir una central de carbón.

Aquel muchacho que soñaba con ser una estrella del rock, que se cansó de hacer canciones de pachanga en hoteles y decidió componer en su lengua, en Tomeu Penya, tiene ya una plaza en el pueblo que le vio nacer.