TW
0

Los centros docentes de Balears han registrado en los últimos dos años un descenso importante de la matrícula de bachillerato, una circunstancia que preocupa gravemente a los institutos e, incluso, a la Universitat balear. Sólo el curso pasado sobraron en Palma 600 plazas de bachiller, con respecto a las previsiones.

La peor parte se la llevan los institutos del extrarradio, sobre todo los de los barrios menos favorecidos, como el Instituto Antoni Maura, ubicado en el Polígon de Llevant, «donde sólo una pequeña proporción de los alumnos que finalizan la ESO optan por cursar los dos años de bachillerato, pues en su mayoría se derivan hacia la formación profesional o se ponen a trabajar», admitió su director Miquel Cerdà. A esta circunstancia social, estos institutos padecen además la captación de alumnos por parte de los centros privados.

En efecto, mientras que con la anterior estructura educativa muchos padres sacaban a sus hijos de los centros privados-concertados al acabar la EGB para cursar los cuatro años de BUP y COU en un instituto, «ahora al durar el bachillerato sólo dos años muchos deciden no cambiar a los chicos de centro y consienten en pagar más de 25.000 pesetas al mes, ya que esta etapa ya no está concertada».

Pero, además, existe, como excepción, una oferta educativa residual de bachillerato concertado, que se da en cuatro centros privados, Sant Josep Obrer, Santa Maria (en Son Armadams), Sant Pere y el CIDE, en los que se concentra buena parte de la demanda, explicó el director general de Planificació i Centres, Jaume Gual.