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La diseñadora alemana Jil Sander, que hace diez días firmó una opción de compra de 1.400 millones de pesetas por Raixa, ha ofrecido al Consell de Mallorca la posibilidad de crear en las casas de esta finca una fundación cultural. La oferta de Sander fue presentada ayer a la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, por el abogado de la diseñadora, Rafael Barber-Llorente. Ambos mantuvieron una entrevista al finalizar el pleno ordinario de la institución. El abogado de la diseñadora se comprometió con la presidenta del Consell a presentar un borrador de convenio para determinar de forma concreta las características de la fundación. Rafael Barber-Llorente explicó que la propuesta concreta estará en manos de los responsables del Consell antes de Navidad.

A pesar de que el objeto de la fundación aún no está definido, el abogado explicó que la futura fundación bien podría dedicarse a formar un foro internacional de debate y discusión de asuntos variados, ya sean de carácter medioambiental, cultural o incluso económico. Por lo que respecta a la rehabilitación, el abogado explicó que la intención de Jil Sander es iniciar de inmediato las obras para poder disponer cuanto antes de la residencia. Raixa no se convertirá en la residencia definitiva de Sander, ya que tiene previsto mantener la casa como residencia temporal.

Barber-Llorente aseguró que, por el momento, la presidenta del Consell no ha dado una respuesta a la propuesta de constituir una fundación con participación del Consell de Mallorca y que incluso podría llegar a estar presidida por la presidenta del Consell o quien ella decida.

El Consell de Mallorca tiene dos meses de plazo para ejercer el derecho de tanteo sobre la finca, con un precio fijo de 1.400 millones de pesetas. El Ministerio ha valorado Raixa en 1.060 millones, por lo que la institución que preside Maria Antònia Munar debería aportar los 340 millones restantes hasta llegar a los 1.400 millones definitivos. En principio, la presidenta ha anunciado su disposición a poner sobre la mesa los 340 millones de pesetas, si bien los socios de la presidenta en el Consell no se han mostrado tan receptivos a la propuesta de la presidenta.