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Recuperar en forma de maqueta el vapor mallorquín Rey Jaime I, antiguo buque insignia de la Isleña Marítima que cubrió los servicios de Balears entre 1911 y 1967, es el proyecto del modelista catalán Josep Maria Riera, quien en su taller del puerto de Barcelona ha recreado los planos desaparecidos del bello buque correo, a partir de antiguas fotografías. Una ardua labor de investigación y precisión en los perfiles y detalles técnicos, avalados por años de trabajo especializado. El Rey Jaime I, una pequeña joya de la ingeniería naval, era el barco más emblemático de la prestigiosa compañía mallorquina y navegó durante 56 años sin sufrir incidentes de consideración.

Destinado en un principio a cubrir la línea entre Palma y Barcelona, encabezó la flota, absorbida desde 1917 por Trasmediterránea, hasta la entrada en servicio de las primeras motonaves durante los años 30. Durante la Guerra Civil fue transformado en crucero auxiliar armado y su última etapa, durante los años 60, la dedicó a los servicios interinsulares y en comunicación entre Maó y la Ciudad Condal. Josep Maria Riera aún conserva el recuerdo de un viaje que realizó a bordo del célebre vapor durante su primera infancia. Con sus 96 metros de eslora y 2.320 toneladas de registro el Rey Jaime I era uno de los mejores buques de pasaje en servicio en el Mediterráneo durante los años de la Belle Époque y destacaba entre los más elegantes, con sus suntuosos salones revestidos en maderas nobles y realzados por lucernarios en cristal tallado.

La actividad de Modelos Navales Riera comenzó en 1959/60, a cargo del padre de Josep Maria, Francesc Riera. Una empresa familiar en la que también trabajan sus hermanos Francesc y Teresa, en trabajos de taller y detalles de precisión, respectivamente. Este año han inaugurado una exposición permanente de 34 modelos en el World Trade Center de Barcelona dedicada a todos los barcos que han llevado el nombre de la Ciudad Condal a lo largo de la historia. Y curiosamente uno de ellos, la motonave Ciudad de Barcelona de 1930, llevaba la matrícula de Palma de Mallorca. En esta muestra, ubicada en la nueva terminal de cruceros turísticos, puede observarse la progresiva y espectacular evolución en el diseño naval. «En 1980 empecé a trabajar aquí con mi padre. Ahora dispongo de planos originales de numerosos buques mercantes, archivados en estos ficheros y que son esenciales a la hora de construir un modelo a escala.

Pero, en el caso de algunos barcos, como ocurre con el vapor Rey Jaime I todo se ha perdido y tras conseguir múltiples fotografías, he logrado recrear unos planos que he dibujado siguiendo las líneas de los originales. Entonces, Josep Maria habrá realizado uno de los grandes sueños de su vida. Frente a estas peticiones privadas, que incluyen asimismo los últimos transatlánticos de la Ybarra, (aquellos magníficos Cabo San Roque y Cabo San Vicente de elegante silueta y que alternaron la línea Mediterráneo-Brasil-Plata con numerosos cruceros alrededor del mundo), los talleres Riera tambien construyen grandes series para navieras como Trasmediterránea, que en la actualidad ha encargado un numeroso pedido de unidades de los nuevos superferries Sorolla y Fortuny para expositores de agencias de viajes.