Los doce voluntarios más antiguos de la AECC de Balears recibieron la distinción de la uve enmarcada. Foto: TERESA AYUGA.

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La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) aprovechó la conmemoración ayer del Día del Voluntario para hacer entrega de un detalle para sus voluntarios, así como una distinción (la uve enmarcada como símbolo del voluntariado con su respectiva placa personalizada) para cada uno de los doce voluntarios más antiguos en las respectivas especialidades. Estos son Magdalena Aguiló Neny, María Àngeles Alomar Cardell, Aurelio Barceló Muñoz, Emilio Blanco Miguel, Margarita Corró Domènech, Margarita Far Mateu, Catalina María Gaviño Bauzà, María Carmen Gómez Àlvarez, Mercedes González Novoa, María Carmen Matas Galmés, Concepción Vacas Martínez y María Monserrat Viñes Roig.

El hotel Ciudad Jardín fue el escenario elegido para ocasión tan especial, donde se reunió un centenar de personas. Teresa Martorell Andreu, presidenta de la junta provincial de Balears de la asociación, actuó como anfitriona. Desde la fundación en nuestras Islas de esta junta provincial en el año 1959, el voluntariado siempre ha estado presente colaborando puntualmente en tareas de obtención de recursos y en campañas de prevención. Pero es en 1996 cuando se realiza el primer Curso de Formación General de Voluntariado y a partir de ese momento se consolida el apoyo que recibe la Junta del Voluntariado. Este colectivo representa la columna vertebral de la asociación, permitiendo la multiplicación de actividades y proyectos solidarios.

Existen dos tipos de voluntariado: asistencial y no asistencial. El primero es el que presta apoyo a los enfermos y familiares que lo necesitan; mientras que el segundo desarrolla su actividad en tareas administrativas y de obtención de recursos. Cabe destacar, no obstante, que existe una tercera especialidad de voluntariado. Es el llamado testimonial y es específico en el programa «Vivir como antes», dirigido a mujeres operadas de cáncer de mama. Realizan un servicio de autoayuda: se trata de una mujer que ha superado la enfermedad y que, tras un periodo de formación especializada, ayuda a otras mujeres que están pasando por su situación, enseñando cómo afrontar y adaptarse al cáncer. Todos ellos recibieron ayer su particular homenaje en su Día del Voluntario.