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Pedro Mir: «Soy feliz ejerciendo la profesión de abogado»
La casualidad lo puso en camino ayer por la mañana cuando andaba haciendo la ronda diaria por las calles de Palma. Pedro Mir es abogado, ha sido también profesor de la Escuela de Práctica Jurídica y es, además, poeta "escribe y lee poesía", melómano (le encanta la ópera) y consumado lector. Y ahora, cuando acaba de llegar el momento en que, tanto en lo personal como en lo profesional, lo tiene todo prácticamente ordenado, por tanto dispone de tiempo, pretende convertirse en el presidente del Colegio de Abogados, que es en lo que está, por supuesto, respetanto a los otros candidatos. Y muchos, y entre ellos quien suscribe, nos preguntamos que cómo un hombre como él, con prestigio, clientela, trabajo, etc., se busca más trabajo. Nos sentamos en las sillas de la remozada plaza que hay frente a la iglesia de Sant Miquel, y escucho su respuesta, que no se hace esperar: «Me presento, en primer lugar, porque unos compañeros me pidieron que lo hiciera. Tras consultarlo con mi familia, y meditarlo durante unos días, contesté que sí. Por otra parte, como tengo el despacho muy bien organizado, me puedo permitir dedicar unas tardes a la semana al colectivo que más quiero, que es el de abogados. La prueba es que desde pequeño quería ser abogado y que he influido en mis cuatro hijos para que también lo sean. Créame, disfruto tanto ejerciendo esta profesión, soy tan feliz en ella, que he dicho muchas veces que cuando muera pongan, simplemente, abogado».