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Uno no cumple 70 años todos los días y menos si el que celebra tan importante onomástica es una empresa con las raíces bien ancladas en la tierra y en el pasado. La bodega binissalemera José Luis Ferrer celebró ayer noche por todo lo alto una fecha histórica, la de su fundación, con el bagaje de tan prestigiosa firma vinatera que ha puesto en lo más alto la Denominación de Origen Binissalem.

Durante el acto se presentó una excelente cosecha de la firma, reserva de 1997 de gran calidad y etiquetada con una obra del artista Joan Miró, titulada «Ampolla de vi» y creada en óleo sobre tela en 1924, una fecha muy próxima a la de la creación de estas bodegas. Al mercado saldrán 1.245 unidades, mientras que en doble Magnum se embotellarán 658, un número limitado que sólo unos privilegiados podrán saborear.

El cóctel, que se celebró en la primera bodega que construyó José Luis Ferrer en 1931, se convirtió en un auténtico acontecimiento social que reunió a numerosos amigos, bodegueros y clientes de Bodegas Ferrer, así como rostros conocidos de la sociedad mallorquina. 70 años después se volvió a brindar en el mismo lugar, donde José Luis Roses y Sebastián Roses, nietos del fundador, agradecieron la asistencia de los numerosos invitados que cataron el reserva del 97. Entre los asistentes se encontraban nietos del artista Joan Miró, el conseller Mateu Morro, el rector de la UIB, Joan Huguet, la empresaria Keti Isern, el galerista Pep Piña, Franciso Verdú, de la Banca March, Pep Carretero, de la Denominación de Origen de Binissalem, Carme Feliu, regidora del Ajuntament de Palma, Xavier Bonet, director de la Cope, así como miembros de la Academia de la Cuina i del Vi.