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La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, se declaró ayer «profundamente autonomista» durante el acto oficial de celebración del 23 aniversario de la Constitución, que tuvo lugar en la Misericòrdia. La delegada del Gobierno antepuso esta definición a la de «nacionalista», si bien consideró que la Carta Magna «entiende muy bien los nacionalismos». En un discurso marcado por la defensa de la identidad propia de las Islas, con referencias a la lengua y la cultura, la delegada del Gobierno aseguró sentirse «bien amparada» por una Constitución que debería servir de modelo para la construcción de la Unión Europea. Añadió que la Carta Magna podría ser una de las principales aportaciones de España a la Unión Europea. En opinión de Cirer, frente a quienes reivindican constantemente su revisión, la Constitución «aún tiene mucho que ofrecer».

El president del Govern, Francesc Antich, no se mostró de acuerdo con esta última reflexión de la delegada y si bien aseguró en su discurso que la Constitución reconoce la pluralidad y diversidad de España y los hechos diferenciales de cada comunidad, también considera que se debe avanzar más en el proyecto propio de cada territorio con algunas mejoras en el funcionamiento del Estado de la autonomías «que defiendan la diversidad y los perfiles propios de cada comunidad». Para Antich, este objetivo debe llevar aparejada la reforma del Senado.

La ex ministra y presidenta de la Comisión Constitucional del Congreso, Margarita Mariscal de Gante, defendió en su parlamento la «indisoluble unida de la nación», pero matizó que España puede ser considerada un ejemplo de país descentralizado, por encima de países como Alemania, donde existe un estado federal.