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JUAN MIGUEL LÓPEZ Con un acto de hermanamiento simbólico que incluía la audición de la novena sinfonía de Beethoven y el estrechamiento fraternal de manos, en torno a medio centenar de personas se congregaron ayer en la plaza de la Iglesia de Can Pastilla para celebrar el fin de la guerra de Afganistán en un acto denominado «Sinfonía de Paz».

Organizado por un grupo de personas que no mantienen especial relación, a parte del amor por la música, como así reconoció la portavoz y organizadora del acto, Catalina Amengual, la «Sinfonía de Paz» reunió por espacio de unos quince minutos en torno a unas velas encendidas a «un grupo de personas que realizan una manifestación de paz por el propio hecho de expresar la paz», como así reconoció Amengual.

El acto de ayer fue el noveno y último de un ciclo que comenzó igualmente en Can Pastilla y que ha recorrido desde el pasado 13 de octubre, El Molinar, Binissalem, Algaida, Esporles, Sóller, Sant Jordi y Lloseta. Amengual insistió en que «lo importante del acto es el propio deseo de los congregados de expresar la paz y congratularse del fin de la guerra en Afganistán sin tener en cuenta las personas o asociaciones que intervengan en el acto».