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«Son tantas las incógnitas del presente concurso: superficie y presupuesto final, demolición o no, situación de la actividad durante las obras, legalidad urbanística, etcétera, que parecería de toda lógica reconducir el proceso para evitar situaciones parecidas a las que recientemente obligaron al Insalud a dar marcha atrás, con indemnizaciones, al proceso que se inició en el año 1987». Así se contundente se pronuncia un informe del Govern sobre la reforma de Son Dureta cuando faltan pocas semanas para que la Comunitat asuma las competencias sanitarias.

Los temores del Govern en relación a la reforma del hospital palmesano se han confirmado plenamente. Un arquitecto mallorquín ha presentado un exhaustivo informe al Govern en el que enumera todas las deficiencias del concurso de reforma que ha iniciado el Insalud desde hace unos meses. El informe sigue la misma línea de los técnicos de la Conselleria de Sanitat y plantea los riesgos que supondría acatar al pie de la letra el pliego de condiciones del Insalud.

El estudio arquitectónico que encargó el Govern asevera que el Insalud «no sabe muy bien qué hacer con los edificios existentes» del complejo sanitario de Son Dureta. Para el autor del informe resulta incomprensible que el pliego del Insalud no precise si deben demolerse todos los edificios de Son Dureta o, por el contrario, únicamente el de Materno"Infantil.

El tamaño del nuevo complejo es otro de los asuntos que preocupa al Govern. «La absoluta indefinición en cuanto a la reforma o demolición de los pabellones existentes choca con las abultadas cifras de las superficies construidas nuevas que, sumadas a las reformadas, suponen un incremento de en torno al 50 por ciento sobre las previstas en el Plan Funcional», analiza el estudio encargado por la Conselleria de Sanitat.