El próximo verano 2002 está plagado de incógnitas en cuanto a cómo evolucionará el flujo turístico.

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Los hoteleros de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera no aceptan la propuesta realizada ayer por el presidente de la Federación Internacional de Turoperadores (IFTO), Martin Brackenbury, de bajar precios para aumentar las ventas para la temporada de verano 2002 y paliar así los efectos que está provocando la recesión económica que se vive tras los atentados del 11 de septiembre a Estados Unidos.

Brackenburry realizó este llamamiento ayer en la Costa del Sol en un encuentro con hoteleros, a los que instó a que se «replanteen los precios y se preocupen de si son los adecuados o no, pues una situación tan compleja como la que se vive actualmente requiere una especial valoración. La estrategia de los hoteleros españoles debe pasar por la calidad, pero los precios deben ser atractivos para el mercado. Si el precio es muy alto, el hotel no vende las camas y después debe realizar grandes descuentos».

La patronal hotelera Zontur, que preside el menorquín José G. Díaz Montañés, y que engloba a las patronales hoteleras de las cuatro islas, ha salido al paso de esta petición, afirmando que los hoteleros de Balears y del resto de zonas turísticas no creen que exista un problema de precios altos, «sino que se trata de una cuestión de demanda. Los turistas no van a venir más porque se baje un 4 ó 5% los precios. La cuestión aquí radica en la estrategia de los touroperadores que va encaminada a poder obtener un mayor margen con el que trabajar, sobre todo cuando se ha retrasado la venta de reservas y esto afecta a su cuenta de resultados. La solución no es bajar precios, ya que ello afectaría negativamente al propio sector, dado que los clientes siempre estarían esperando ofertas».

La patronal IFTO hace esta petición debido a los bajos niveles de ventas de reservas que se están registrando en los dos principales mercados emisores, más en concreto en el Reino Unido. En este sentido, los últimos datos de la consultora AC Nielsen, a fecha 31 de octubre, reflejan que Balears contabiliza un descenso del 25 por ciento de venta de reservas para el verano 2002 y los niveles de actividad en las agencias británicas ha bajado un 61 por ciento en lo que respecta a las Islas.