La fiesta concluyó con el desfile de las fuerzas participantes. Foto: J.MOREY

TW
0

El Ejército del Aire celebró ayer la fiesta de su patrona, la Virgen de Loreto, en dos puntos bien distantes de la geografía mallorquina, la base aérea de Son Sant Joan, en Palma, y la base aérea de Pollença. A la celebración palmesana asistieron autoridades civiles y militares, presididas por el coronel del Sector Aéreo y jefe de la base, José Francisco Moline. El acto castrense, sencillo y emotivo, comenzó a mediodía, con la celebración de una misa, y continuó con la imposición de condecoraciones a miembros del Ejército del Aire que han sido distinguidos por su labor en la base aérea palmesana. La fiesta concluyó con la alocución del coronel jefe, un homenaje a los caídos de este Ejército y el desfile de las fuerzas participantes.

En Pollença se rindió un cálido homenaje a los hombres que, a lo largo de la historia, realizaron el servicio militar en el aeródromo de la localidad. La celebración estuvo marcada por el hecho que este mes finaliza de forma oficial el servicio militar obligatorio. Así, los actos estuvieron protagonizados por un emotivo homenaje a un grupo de hombres que, entre 1942 y 1976, realizaron el servicio en la unidad aérea de Pollença. Entre los homenajeados se encontraba Pere A. Serra, presidente-editor del Grupo Serra. A todos ellos se les hizo entrega de un pequeño obsequio y, a continuación, se ofreció un aperitivo. El coronel jefe del aeródromo, Pedro Alcántara, agradeció, en su tradicional discurso, la labor de «todos aquellos hombres que en un momento determinado dejaron su casa y vinieron aquí». También asistieron al acto el coronel Bartolomé Sbert, delegado de Defensa, y el coronel Àngel Cubero.