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Después de más de cinco horas de duración, la asamblea general de Sa Nostra aprobó ayer por mayoría la revisión de los estatutos de la Fundació, con 44 votos a favor, 28 en contra y 3 abstenciones, pese a los argumentos esgrimidos por el grupo de patronos, cuyos representantes amenazaron con presentar dos pleitos por entender que no se acogen a derecho los cambios introducidos por el consejo de administración en los estatutos el pasado mes de septiembre. Los representantes de los patronos que intervinieron en la asamblea provocaron una alteración en el desarrollo de la misma, dado que por requerimientos de los mismos se procedió a variar todo el sistema de votaciones, circunstancia que provocó que la duración de la asamblea se alargara en el tiempo, empezando a las 12.00 horas y finalizando pasadas las 17.00 horas.

La actuación de los patronos en la asamblea puso de manifiesto el malestar de este grupo con el actual equipo gestor de la entidad que preside Miquel Capellá, pero los resultados de la asamblea, en opinión de Capellá, «no han hecho más que reforzar a la entidad. No existe ningún problema con el grupo representativo de los patronos, de ahí que procede crear un pacto de estabilidad para el bien de la entidad». En los cambios introducidos en los estatutos, todos los miembros del patronato de la Fundació son electos y se incluye la presencia de un técnico de la Conselleria d'Hisenda, al mismo tiempo que el director general de Sa Nostra participa como miembro con voz, pero sin voto. El presidente de la Fundació, Sebastià Serra, pidió en el transcurso de la asamblea que los patronos participaran en la misma.

La asamblea general extraordinaria aprobó ayer también la renovación de un tercio de sus miembros, así como el nombramiento de Manuel Gistau, Dolça Fuster, Joan Bibiloni, Antoni Aguiló y Joan Vidal como nuevos miembros del consejo de administración. El otro órgano de gestión que también ha visto renovado parte de sus integrantes ha sido la comisión de control, en la que han entrado Margalida Barceló y Pere Mascaró.