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M.J./J.M. Luis Garesse, Claudio Pablo Àlvarez, Roberto Genovesse o José Luis Ibarra son cuatro de los 6.000 inmigrantes argentinos que viven en Mallorca. Proceden de Mar de Plata y de Buenos Aires y llevan entre 3 y 6 meses viviendo en Palma. Estos días están colgados al teléfono, hablando con su familia, preocupados por la inestabilidad política y social que está viviendo su país. Están desolados por la gente que ha muerto en los saqueos a los comercios, actos que justifican, «son para poder comer», y culpan a la clase política de robar y hundir a su país.

«Argentina, como todo el continente sudamericano, es riquísima en todo tipo de recursos, lo que pasa es que los políticos han exprimido al país. Nosotros decimos que la Argentina crece cuando los argentinos duermen, es decir, cuando no roban», decía ayer Àlvarez. «El pueblo no es culpable de los saqueos, están justificados, la gente tiene hambre y ve cómo le presionan hasta faltarle la comida» se quejó. «El jubilado no es respetado, le han bajado su pensión e igual pasa con los funcionarios, incluso han tirado la educación al suelo», añadió.

Garesse y Àlvarez, que actualmente trabajan en la construcción, coinciden en que su pueblo vive en un clima pesado y de angustia. «Ayer hablé con mi madre en la Argentina y me pidió que por favor no vuelva», dijo Garesse. «Al menos nuestras madres están contentas de que nos hayamos ido del país», añadió Àlvarez. «En la Argentina existe un problema de alta inseguridad social causada por la traición y la falta de respeto de la clase política dirigente, que ha dado un espaldarazo al pueblo», decía ayer Garesse. «Nosotros, los emigrantes, nos vamos de nuestro país porque consideramos que tenemos unas capacidades y una formación que no podemos desarrollar en la Argentina», añadió.

Además, Ibarra y Genovesse, se quejaron de que no se les faciliten los papeles para poder trabajar. «Pedimos a los españoles que no se olviden que cuando ellos necesitaron emigrar, fueron bienvenidos en la Argentina donde no se les pedía ningún papel. Ahora pasa al revés y nosotros tenemos problemas para trabajar aquí. Tengan en cuenta que la gente en Buenos Aires pasa la noche delante de la embajada española para poder conseguir papeles y emigrar», explicaron los argentinos.

Por su parte, el Govern va a aprobar una partida de 10 millones para distribuirla entre los emigrantes de Balears que residen en Argentina. La intención del Ejecutivo es que las casas de Balears en Argentina puedan repartir una paga extraordinaria de 50.000 pesetas entre los emigrantes de mayor edad para que puedan adquirir alimentos. Aquellos emigrantes argentinos que nacieron en Balears tendrán prioridad a la hora de recibir la ayuda extraordinaria que aprobará el Ejecutivo en su primera reunión del próximo año. La Conselleria de Presidència afirma que muchos emigrantes «están padeciendo graves problemas económicos».