Los indigentes celebraron la Nochebuena. Tanto los del centro de Sa Placeta, de la mano de Cruz Roja, como los de Ca l'Ardiaca y Can Gazà, de es Refugi, tuvieron su Nochebuena. Tampoco queremos olvidar a los de Zaqueo, que deben ser ya cerca de cien.
En torno a una mesa en la que, a diferencia de las mesas de otras noches del año, hubo turrones y mazapán y quién sabe si un menú especial, indigentes, sin techo, drogadictos y terminales vivieron un día distinto aunque sólo fuera por el menú, en el que recordaron más que nunca a sus familiares, algunos de los cuales nada quieren saber de ellos. Seguramente ese día recordarían también a otros marginados, que en peores circunstacias que ellos no tienen un mal techo donde cobijarse ni nadie con quien hablar. «Esas personas son las que nos entristecen "nos decía Jaume Santandreu", y eso que nosotros no tenemos de qué alegrarnos».
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