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El Gobierno central ha rechazado todas las enmiendas, técnicas y políticas presentadas por el Govern balear al borrador del documento de la transferencia de Sanidad, incluida la que hubiera permitido cambiar el modelo de gestión basado en la fundación sanitaria, según explicó ayer Aina Salom. La consellera lamentó que la transferencia «no lleve aparejada la posibilidad de cambiar el modelo de gestión» y dijo que, a pesar de la no aceptación de la enmienda haremos todo lo posible «para llevar adelante nuestro modelo con el consenso social, sindical y profesional», dijo Salom y explicó que «esta misma semana "ayer para nuestros lectores" hemos mantenido una reunión con todos los representantes sindicales».

La Conselleria de Sanitat i Consum del Govern se hará cargo, a partir del 1 de enero de 2002, de una plantilla de personal compuesta por 6.395 profesionales; además de gestionar 52 centros de salud y cinco hospitales (Son Dureta, Son Llàtzer, Manacor, Can Misses y Verge del Toro). Con respecto a la Fundación Son Llàtzer la consellera advirtió que el hospital «está inaugurado pero no funciona» y precisó que «no hay ingresos porque no hay ninguna cama disponible, ni agua, ni calefacción» y se mostró a favor de visitarlo cuanto antes mejor «para conocer, detalladamente, la situación en que se halla el hospital».

En relación a la construcción de los hospitales de Inca y Maó, la consellera afirmó que después de haber sido dos proyectos virtuales que han sido presupuestados en un papel «nunca han sido tan reales como ahora». «Haremos estos hospitales con la máxima celeridad posible, ejecutaremos el plan director de Son Dureta, la institución hospitalaria de Formentera, los centros de salud y todas y cada una de las inversiones que durante estos últimos años se han presupuestado y nunca ejecutado», dijo Salom. «Nuestra apuesta por la sanidad es firme», apuntó y aseguró que el Govern «afrontará las inversiones y adecuaciones de plantilla con recursos de la financiación autonómica cuando sea necesario», sin especificar cómo se resolverá el problema de la financiación de las inversiones.

Las inversiones previstas inicialmente por el Insalud y que deberán ser ejecutadas por el Govern son múltiples. En atención primaria las actuaciones previstas inicialmente se centran en la construcción de tres nuevos centros de salud: Santa Eulàlia de Eivissa (417 millones de pesetas); Escola Graduada (300 millones) y Can Pastilla (180 millones). Los hospitales de Maó (Menorca) cuya inversión inicial se cifra en 5.427 millones de pesetas y el de Inca, con 2.303 millones de pesetas de inversión prevista. Además de la reforma de Son Dureta (presupuestada inicialmente en 18.000 millones de pesetas) y Can Misses (380 millones), así como un Centro de Especialidades en Ciutadella que cuenta con un presupuesto de 146 millones de pesetas.

Por otra parte UM aseguró ayer que los 102.000 millones de pesetas de las transferencias de sanidad son «insuficientes» para afrontar unas competencias «con garantías» porque no incluyen una partida de 27.000 millones de pesetas que es «imprescindible y necesaria» para realizar inversiones. Para esta formación, la dotación transferida no reconoce la deuda histórica que tiene esta comunidad en materia sanitaria.
«Balears se encuentra a la cola de las inversiones y gasto sanitario y, por tanto, lo que se tenía que hacer era poner al mismo nivel a nuestra comunidad en relación con otras autonomías», según señala el comunicado remitido por UM. Además, «es inaceptable -añade la nota- que el Gobierno de Madrid vincule el modelo de financiación ya pactado a la aceptación de las transferencias de sanidad», lo que en opinión de UM ha condicionado el resultado final de la negociación que ha sido mucho menos positivo que lo que se pensaba inicialmente.