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El duque Karl y su esposa, Diana, fueron ayer a misa de once a la parroquia de Esporles. A mediodía regresaron a su casa, Flor de Lis, donde permanecerán hasta la víspera de Reyes. O sea, que reciben el nuevo año aquí.

El duque estaba contento de que Raixa se quedara en Mallorca y para Mallorca, por lo que felicitaba al Gobierno y al Consell por haber comprado la finca. Nos comentó que recientemente había leído en un diario del sur de Alemania que algunos alemanes con problemas con la Justicia y con el fisco alemán «se habían venido a vivir a Mallorca, lo cual me preocupa y me molesta».

Por su parte, Diana de Francia, que ha construido una casa en ruinas en un ala del jardín, frente a la cual colocará un gran ángel que está esculpiendo, comentó, respecto a la ruptura del noviazgo del príncipe don Felipe y Eva Sannum, «que lo deben de estar pasando mal ambos, pero es que ha tenido que ser así, pues el Príncipe tiene unas obligaciones».

Ambos lamentaron profundamente la dolencia de don Jaime de Marichalar, a quien desean ver muy pronto totalmente restablecido, «cosa que esperamos que suceda "manifestó el Duque" pues es joven y fuerte».