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PEDRO PRIETO Días atrás, aprovechando el buen tiempo, nos dimos una vuelta por la Platja de Palma, terminando la caminata sentados frente a la barra del Die Goldene Mitte, a la vera del Riu Palace, un snack frecuentado, generalmente, por alemanes. Le preguntamos a Juan López, encargado del establecimiento, si estaban preparados para la llegada del euro y su respuesta fue un tímido sí.

«Yo lo tengo muy claro "nos comentó", dos marcos igual a un euro. Luego, lo del cambio de pesetas en euros, sobre todo cuando haya céntimos de por medio, es otra cosa que requiere cuidado y, sobre todo, paciencia, especialmente en los primeros días. Sí, porque cuando devuelvas el cambio, como haya muchos céntimos y el cliente no lo entienda se lo tendrás que explicar, con lo cual vas a perder mucho tiempo. Y ya no hablemos cuando el cliente alemán pague en marcos, que uno tendrá que transformar en pesetas y a éstas en euros, y luego cuando se le entregue el cambio, habrá que explicárselo. En fin, que ya veremos. Tiempo y paciencia».

Cabe señalar que bares y restaurantes serán los primeros en enfrentarse al euro mañana, en Nochevieja. Mientras entre los restaurantes la consigna generalizada es que esa noche ya se devuelva en euros el coste de la cena "al menos asi consta en el último número de la revista «Restauración»", entre los bares la cosa no está tan clara.

Buen número de camareros y camareras reconocen que será difícil poder devolver en euros el cambio de las copas de Nochevieja porque esa noche, ya de por sí muy «movida», el caos puede ser total si se trabaja con pesetas y con euros.