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El comandante general de Balears, Tomás Formentín, afirmó ayer en el Palacio de la Almudaina en el transcurso de los actos de celebración de la Pascua Militar 2002, que «nos enfrentamos a una nueva situación internacional que nos obliga a reconsiderar ciertos parámetros hasta ahora establecidos».

El general jefe de la Zona Militar, tras realizar un repaso de los últimos acontecimientos, puntualizó que todo esto ha «transformado profundamente la política de defensa internacional y obliga a un replanteamiento de las estrategias militares. España ocupa en la escena internacional un lugar que le obliga a contemplar nuevos horizontes y proponerse como objetivo un papel cada vez más destacado en el escenario internacional. Las Fuerzas Armadas no pueden permanecer ajenas a ello, sino que, por el contrario, tienen la misión y la responsabilidad de impulsr la política exterior».

Aprovechó este acto castrense para anunciar que iba a ser su última Pascua Militar en servicio activo, a raíz de lo cual leyó unas breves palabras en valenciano para agradecer todo el apoyo recibido, en los cuatro años que lleva en las Islas, por parte de las autoridades y la población balear.

Previamente al discurso, el comandante general de Balears y el comandante militar de Mallorca, general Ricardo Tur, pasaron revista a la compañía de honores del Ejército de Tierra, integrado por una sección de Infantería Palma 47, Artillería 91 y Mando Logístico. A continuación se procedió a la imposición de condecoraciones, ocho a militares (seis al mérito militar, una cruz de San Hermenegildo y una placa de la orden de San Hermenegildo) y la cruz al mérito militar con distintivo blanco al presidente del Grupo Serra, Pere A. Serra.

Asistieron al acto el presidente del Govern, Francesc Antich; el presidente del Parlament, Maximilià Morales; el alcalde de Palma, Joan Fageda; el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda; el presidente del TSJB, Àngel Reigosa; el fiscal jefe, Antonio de Vicente Tutor; el conseller Miquel A. Borràs, representando a la presidenta del CIM; y el alcalde de Sóller, Ramon Socías, así como jefes y representaciones de las distintas unidades de la guarnición de Mallorca, y familiares y amigos de los condecorados, entre ellos altos cargos del Grupo Serra.