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Durante 2001 atracaron en el puerto de Palma 158 buques de guerra, de los cuales 96 pertenecen a marinas extranjeras y 62 a la Armada española. A lo largo de la última década, las transformaciones geopolíticas internacionales, con el fin de la guerra fría y la desaparición del Pacto de Varsovia, se han visto reflejadas en el balance de escalas de armadas extranjeras. Así, la Sexta Flota de los Estados Unidos, omnipresente en la bahía de Palma desde los años 50, ha reducido sus efectivos y áreas operativas hasta el punto de que sus visitas son ahora escasas y polémicas, cuando se trata de un portaaviones nuclear.

Esta tendencia se ha visto en parte compensada por el aumento que, en general, ha experimentado la presencia de buques de países europeos y en especial adscritos a la Alianza Atlántica. Eje actual de la defensa naval en el Mediterráneo, en el cual la Armada española desempeña un papel esencial. Los buques de guerra con base en Balears desde las estaciones navales de Portopí y Maó tambien han realizado labores de vigilancia marítima y pesquera, a cargo de los patrulleros Anaga y Deva y han tomado parte en el ejercicio Trafimar-21 de control marítimo.

Asimismo la Armada ha establecido una estrecha colaboración con el Ejército de Tierra en ejercicios de tiro (fondeo de blancos y vigilancia de zona), y en el transporte de munición entre el Archipiélago y la Península. Durante el pasado mes de mayo se activó en Palma la Agrupación de Fuerza Marítima Europea Euromarfor, al mando táctico de un marino español. Y en julio tomó parte en el ejercicio JOINTEX-1 con unidades de operaciones especiales de Infantería de Marina. Una de las visitas más esperadas fue la que realizó en julio el histórico buque escuela Juan Sebastián Elcano, que, por vez primera, embarcaba mujeres guardiamarinas.

En octubre la bahía de Palma congregó a la Fuerza Multinacional Stanavformed compuesta por unidades de la OTAN, entre las que se encontraba la fragata Santa María, en misión logística. Este ejercicio puso de manifiesto la importancia geoestratégica de Balears y la ventaja que ofrecen las aguas de Palma en materia de fondeo y atraque eventual en operaciones puntuales. También se registró la llegada del portaaviones italiano Giuseppe Garibaldi, con motivo de la planificacion del ejercicio multinacional Destined Glory.

Tambien la Estación Naval de Portopí recobró por unos días su imágen tradicional, al acoger a la Fuerza Multinacional de Medidas Contraminas Mcmforthsouth en misión logística. Desde allí se coordina parte de los ejercicios que, con regularidad, efectúa la Armada de forma independiente o con otras naciones aliadas. La rada palmesana también ha acogido a lo largo de este año a tres buques hidrográficos que han cartografiado los fondos submarinos en torno a Mallorca, con el propósito de actualizar las cartas náuticas.