TW
0

Muchos vecinos habrán observado que desde hace unas semanas en su barriada existe una mayor presencia de agentes de la Policía Local de Palma. Son policías de barrio, que en contacto con los ciudadanos y el presidente de la asociación de vecinos, intentan agilizar o solucionar los diferentes problemas o conflictos que se puedan ocasionar en el lugar donde residimos. A primera hora de la mañana los agentes se reúnen en el cuartel de la Policía Local de Palma, en San Fernando, y se pasa lista. Carpeta en mano los policías se dirigen a sus barriadas en motocicleta. Para comprobar la labor que desempeñan hemos querido vivir una jornada con algunos de estos policías de barrio de la sección de Poniente, que acoge desde el cauce de sa Riera hasta San Aguntín, donde trece agentes se reparten las calles.

Por lo general, cada policía tiene siempre asignada la misma zona. Pep Castelló lleva, quizás, la zona más problemática: El Terreno, Gomila, la Bonanova y Son Buit. Pep nos señala las principales quejas o denuncias a las que se enfrenta a diario, como pueden ser el cierre de locales de copas por sobrepasar el horario o el ruido. Pero antes de comenzar a rellenar denuncias y realizar llamadas para solucionar los conflictos, dirige la circulación a la entrada de un colegio a fin de controlar el tráfico y garantizar la seguridad a los alumnos. Durante el recorrido por la plaza Gomila observamos gran cantidad de cajas y suciedad frente a locales; Pep anota el hecho y continuamos. Nos encontramos con una vecina que le saluda y le da las gracias por solucionar un problema que tenía.

Tras un par de horas recorriendo la zona, me dirijo a San Agustín, donde otro agente, Javier Gómez, controla la zona. Suele dejar la moto de policía en el parque frente al Calanova para que los vecinos sepan que está por ahí. Javier tiene una barriada muy turística y los principales problemas se centran en los negocios que se dedican a coches de alquiler, así como ladridos de perros y otras quejas vecinales.

Javier, así como sus otros compañeros, suele ponerse en contacto con los presidentes de asociaciones de vecinos cada semana o quincena. Su teléfono móvil suena y le avisan desde la central de que hay una queja de un vecino. Rápidamente el agente se dirige al lugar y comprueba que, efectivamente, un vecino ha sido objeto de un robo. Los policías de barrio trabajan de manera estrecha con otros cuerpos de seguridad, como la Policía Nacional. Ambos trabajarán en equipo hasta solucionar el problema. Los policías de barrio tienen una jornada de trabajo de lunes a viernes, durante todo el día.