La naviera europea Festival Cruises ha anunciado la entrada en servicio del nuevo megacrucero European Stars este año para realizar una serie de cruceros rotativos con base en Palma. Durnte las fiestas navideñas el puerto de Palma ha recibido la visita del transatlántico Albatros, fletado por el touroperador alemán Phoenix, y del superferry italiano Fantastic, de Grimaldi. Estas fechas son por tradición motivo para realizar un crucero turístico de invierno. A bordo se celebran las festividades más señaladas como la cena de Navidad con el capitán o el fin de año, entre cava, toques de sirena y serpentinas.
Son escenas que todos recordamos haber visto en películas que, lejos de ser ficción, son fiel reflejo de la realidad. Una alternativa a las vacaciones en el mar durante el verano, con el incentivo de viajar a bordo de un hotel flotante en la más festiva época del año. Un total de siete escalas turísticas han configurado este mes el tráfico de cruceros en el puerto de Palma, lo que supone un descenso del 12'5 por ciento respecto a diciembre del año pasado y del 25 por ciento sobre el total anual, con 403 escalas y 504.000 cruceristas. Por el contrario, según indica la Autoritat Portuària, a nivel balear ha aumentado alrededor de un cinco por ciento, con incrementos de escalas en Maó, la Savina y Eivissa.
De las visitas contabilizadas en diciembre, cinco han sido en tránsito y dos con inicio y final en Palma. Una tendencia al alza durante los últimos años (15%) que confirma la consolidación de nuestro puerto como base para buena parte de este tráfico en el Mediterráneo occidental, con pasajeros británicos y alemanes en su mayoría, que utilizan la fórmula avión-barco. Una modalidad que favorece especialmente a Mallorca gracias a las numerosas conexiones entre Son Sant Joan y las principales ciudades de ambas naciones europeas.
Por lo que concierne a las previsiones para el año entrante, mantienen por ahora una tendencia a la baja como consecuencia de la actual inestabilidad internacional, que perfila un panorama bajo la sombra de la duda. La indefinición de la estrategia comercial, por lo que afecta a la significativa clientela norteamericana, con la anulación de numerosos programas, no permite evaluar lo que va a ocurrir. Un factor que preocupa al sector, teniendo en cuenta que según un estudio de la Autoritat Portuària, el crucerista gasta de media 21.500 pesetas al día en tierra (39.600 los estadounidenses) en recuerdos, comidas, transportes, excursiones y productos diversos. Por el momento y de cara a esta temporada, en Europa la situación es más positiva, manteniéndose los programas previstos.
La agencia consignataria Miguel Estela ha confirmado así para 2002 el debut en el puerto mallorquín del nuevo paquebote European Stars, de Festival Cruises, con capacidad para 1.800 pasajeros y que prevé realizar 39 visitas a Palma entre los meses de abril y diciembre. Este paquebote que enarbola la bandera de la Unión Europea mide más de 250 metros de eslora y posee una infraestructura comparable a un gran hotel flotante.
El perfil del crucerista, que normalmente viaja en pareja, se sitúa en un nivel adquisitivo medio con edades que oscilan entre los 40 y los 65 años. La relación calidad/precio es determinante en muchos casos, ya que en la actualidad es posible realizar un crucero de una semana en ofertas especiales por ochenta mil pesetas por persona. Es el caso de la naviera española Spanish Cruise Line y de algunas extranjeras, como Thomson, que ofrecen precios muy competitivos.
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